La puerta de un Bentley es la entrada al placer constante de madera sostenible, con una base de madera de nogal, cerezo o roble que se extiende por el salpicadero y que se recubre de una gama de diferentes enchapados. Pero la historia de la madera no empieza en Crewe, sino en cualquier rincón del mundo en que crezcan árboles exóticos de hasta 200 años antes de ser talados. Después de un tratamiento a vapor de la lupia de la raíz y de su corte en finas capas de 0,6 mm, los expertos en enchapados de Bentley se desplazan adonde estén para comprobar cada centímetro en un proceso que dura dos días.

Pero la selección final tiene lugar en Crewe, donde eligen los enchapados los artesanos que los van a trabajar. Solo se seleccionan las zonas más decorativas antes de aplicarles un acabado de efecto de espejo y un sustrato de madera. Tras lijarlos para que la superficie quede totalmente lisa, se da un tratamiento de lacado a cada pieza antes de curarla durante 72 horas. Cuando están ya curados los enchapados, se lijan y se pulen de nuevo antes de montarse en el coche.